Autor: Alex Almeida - 6 min de lectura
Colocarles propósito a tus acciones en cada momento hará de tu vida un legado para el mundo y una contribución continua y permanente al universo. El emprender una existencia con sentido te transformará en un dador de bien.
¿Es tan complicado respondernos cuando le preguntamos a nuestra voz interior cual es nuestro propósito de vida, qué sentido tiene el levantarme hoy en la mañana??
Frecuentemente me he cuestionado esto, pero no es fácil llegar a respuestas concretas en estas inquietudes, sino que la mente comienza a contestar con cosas que se confunden con metas profesionales, laborables, económicas y demás logros que la sociedad nos ha impuesto como los casos de éxito del mundo y que de forma personal estimo no deberían ser las que sustenten nuestro sentido de vida.
Comúnmente podemos encontrar personas con estatus económicos altísimos, posiciones de poder y de categorías profesionales prominentes, pero con tristeza interna profunda, desorientados y hasta con pensamientos de suicidio, evidencia ineludible de falta de un por qué y para que en la vida. Este perfil ha sido bastante frecuente en la historia y en la actualidad, con celebres que perdieron su sentido de vida cayendo en depresiones severas, drogas o alcohol que los llevaron al suicidio.
Ernest Hemingay, el rudo, osco e implacable escritor norteamericano se disparó con su rifle preferido, hecho que fue corroborado por su esposa luegode terapia psicoanalista y solo después de intentar ocultarlo por 5 años, mientras Gabriel Garcia Marquez en ese tiempo escribiría en una columna:
“Hemingway no parece pertenecer a esa raza de los hombres que se suicidan. En sus cuentos y novelas el suicidio era una cobardía, y sus personajes eran heroicos”.
Asi mismo otros ejemplos como Marilyn Monroe y Kurt Kobain que sucumbieron ante una sobredosis de drogas, víctimas del deseo de escapar de una realidad vacía en sus vidas. Un Vangogh arrojándose al averno mediante una bala en el pecho, entre muchos otros que rindieron sus fuerzas apresuradamente a la guadaña de la parca.
Todos estos casos nos dan una lección de que el sentido de la vida no se encuentra ni en el dinero, ni en la fama, ni en el poder.
Como escuche alguna vez, un educado estudiante de Doctorado en Psicología le preguntaba a su empleado de finca, un humilde y analfabeto pero enérgico hombre, Cual es el propósito de vida que tienes Manuel?, el sorprendido empleado al tiempo que fruncía el ceño y dibujaba una mirada de desconcierto contesto: Yo no pienso en esas cosas Don Diego, enfóquese en sus quehaceres, ame a quienes tiene a su alrededor y deje de pensar en bobadas.
El flamante casi Doctor quedo pasmado y en su interior hecho a reír. Horas más tarde pensaría mucho en esa respuesta y se repetiría para sí mismo en su mente y ya entendiendo la simpleza de la enseñanza, “Y yo estudiando un doctorado para llegar a entender esta verdad.”
El sentido de la vida se encuentra en la forma en que nos conectamos con las personas, momentos y situaciones valiosas de la vida. El conectar me refiero a colocarle cabeza, espíritu y corazón a ese receptor de nuestras palabras y acciones, sea esto una persona, cualquier ser vivo o una situación o cosa, pero poner en todo atención, ganas y actitud, movernos con un porque y un para que y no solo por la inercia impuesta por paradigmas del vulgo consumista, capitalista y tradicionalista.
Volviendo al tema de conectarnos con lo valioso de la vida, nosotros mismo somos los que damos valor a las cosas, pero hay que tener cuidado en donde ponemos el valor. Un ejemplo del valor mal ubicado podría ser el individuo que coloca su valor primordial en el trabajo, sale de sus horas laborales y se le acaba la vida y solo se enfocará en regresar a este sin disfrutar de su tiempo libre al maximo. El enamorado hasta las patas como vulgarmente decimos, que pone un valor excesivo en una sola persona, sin diversificarlo, ese idilio mañana termina y se le va el sentido de su vida con esa relación, y no estoy diciendo que no es conveniente enamorarse, que no se mal entienda, al contrario, pienso que es de los sentimientos más hermosos que podamos llegar a sentir, pero recordando que esa persona, nuestro objeto del amor llega a tener una importancia inmensa en nuestra vida pero enmarcada está en una felicidad extra, adicional a la que ya deberíamos experimentar por el amor a la humanidad, al universo y a la que ya nos brinda nuestra capacidad de disfrutarnos por el inherente amor propio, sin ser este egoísta.
Poner a las personas como fin y no como un medio, y en cambio, el dinero como un medio y no como un fin, disfrutar de una conversación de mesa en familia, escuchar con atención a los agobios de un amig@, mirar una película con la intención de entenderla y vivirla, adentrarnos en un libro más allá de sus letras, investigarlo y explotarlo en todo lo que tiene para ofrecernos, esos serian ejemplos de vivir con sentido tu vida.
Aunque es importante a aspirar a propósitos más perdurables en el tiempo, como el dejar un legado, trascender en el tiempo a través de un hijo bien encaminado, realizarse como un activista social y ambiental, cualesquiera de esos son también propósitos más elevados y nobles claro, pero todo empieza por darle sentido a cada uno de tus días e ir construyendo de a poco y con paciencia, esos otros sentidos de vida mas ambiciosos con los que propagarse más allá de nuestra generación.
Ahora, abordemos la importancia de percibir un sentido en la vida, esto es un motor, el impulso que mejora tu calidad de vida, por que el individuo que le encuentra sentido a sus días, logra vivir con menos depresión, ansiedad y se recupera más rápido de sus enfermedades, vive más tiempo que sus pronósticos médicos fatales, maneja mejor los momentos traumáticos a los que nos enfrenta la vida y llevándolo a la cotidianidad, trabaja con más ahínco y disfruta más de su familia y amigos. Es increíble lo que hace un propósito en la existencia, como lo ponía Friederich Nietzche, “Quien tiene un por que, para vivir puede soportar casi cualquier como” y luchara por el agregaría yo.
¿Estamos aprovechando nuestras vidas? ¿Estamos haciendo algo más que sobrevivir nada más?
Para concluir quiero rememorar la historia de un hombre judío, de alrededor de unos 37 años de edad que frustra su carrera por el hecho de las atrocidades del nazismo. Es capturado y llevado a por 4 años a los campos de concentración, entre ellos uno de los mas crueles, el de Auschwitz. Aquí asesinan a su esposa embarazada de su primer hijo, mueren sus padres, sus amigos, le arrebatan los escritos del trabajo académico de toda su vida, a través de continuas humillaciones en contra de su dignidad, le quitan todo.
Podríamos pensar que el sentido de la vida se habría ido también con toda la violencia, crueldad y todo lo usurpado, y seguro fue así para muchos en ese lugar. Este singular personaje se llama Victor Frankl y años después de sobrevivir a este martirio escribe un libro llamado "El hombre en busca de sentido"en el que deja esculpidas estas palabras:
"Nos pueden quitar todo lo que tenemos en la vida, excepto una cosa, la libertad de elegir cómo reaccionar ante una situación"
Frankl lo denomina la última libertad del hombre. Erige en su libro un hombre, en el que el mismo se convierte en medio de esa travesía, ese hombre, viéndose desnudo de posesiones materiales, intelectuales y de toda índole, elige reinventarse encontrándole sentido a su vida en el objetivo servicial de ayudar a otros a encontrar el propósito de las suyas.
El sentido a reflejar en nuestra vida puede ser decidido por uno mismo y ese es un gran poder que poseemos para decidir en cómo guiarnos en nuestros días y esto lo podemos hacer hoy mismo, en este momento, sin dejar que ninguna excusa nos lo impida.
El mejor acompañante de vivir una vida con atención y sentido es construir nuestras vidas basados en preceptos de vida, valores y principios.
Podemos empezar por ir juntando frases que encierran los sentidos que les queremos poner a nuestra vida, aforismos asertivos que nos recuerden el camino en momentos difíciles y de fracasos, o en los mismos momentos de alegría y éxito, por que sea en el regocijo y jubilo como también en los momentos de tristeza y pesar debemos a aprender a cómo ponerles atención, disfrutarlos y aprender de estos.
Vivamos con propósito en todas las áreas de nuestro mundo. Hagamos que el mundo sea mejor por el hecho de que nosotros pasamos por él.
Y los buenos amigos 😉🤗
Vivir es disfruta del presente en todos los sentidos, valorar más allá de lo podemos ver, las cosas más pequeñas que solemos dar por hechas son precisamente las que nos llenan de gozo. El aire, el sol, la naturaleza, la risa genuina de una persona son las que nos llenan de un calor que nadie sabe expresar. Gracias por recordarme lo valioso que es buscar nuestro propósito ;)