Autor: Alex Almeida
Puede parecer una idea ridícula, pero la única manera de combatir la plaga es la decencia -ALBERT CAMUS, La Peste
Siento la obligación moral de pronunciarme con un mensaje referente a la emergencia sanitaria que vivimos, aunque trate de evadir el escribir sobre este tema pero se me volvio inevitable entregar algunas de mis reflexiones a Uds, espero que les calen lo suficiente para que sopesen el como estamos interiorizando lo sucedido y como vamos mañana a aplicar las conclusiones que resulten de esas cavilaciones.
El virus no llego en una realidad exenta de un pasado, no ha sido una tabula rasa, antes de su llegada ya vivíamos las consecuencias de una forma de gobierno mundial que se encargo de abrir desde hace siglos y talvez milenos brechas entre clases sociales y económicas, que en la actualidad se han convertido en abismos insalvables y que dibujan una curva de tendencia exponencial que continua abriendo mas esas diferencias.
El diminuto ser de la naturaleza que ahora nos acorrala en estos instantes, ha puesto en evidencia la incapacidad del ser humano en soslayar esta divergencia en la que vivimos sumidos y producto de esto vemos realidades tan dispares al momento de enfrentar un confinamiento, unos decidiendo entre el hambre o la enfermedad, por la precaria situación económica y social, mientras en el otro extremo solo imaginamos el confinamiento de los nobles de nuestros tiempos, que deben estar preocupados por que el empleado que limpia la piscina no podrá llegar y el agua celeste y cristalina se volverá turbia y no apta para la habitual zambullida matutina.
Nos rantelizo, y yo estimo que esto fue bueno desde la perspectiva de salud mental y espiritual. El vertiginoso día a día que vivimos como consecuencia de el perseguir los ideales capitalistas, tuvo que darnos un descanso forzado, dando paso a la experimentación de dimensiones olvidadas e importantes de nuestras vidas como la conversación, el compartir en familia y la dicha de comer en casa con seres queridos, degustando la deliciosa sopa de fideo casera.
Estamos cerca de presionar el botón para volver a poner en 8X a la película y extrañaremos la cuarentena talvez. No abandonemos el bajar la velocidad de vez en cuando, de darnos momentos alejados del correo que creemos impostergable y que no deja de recibir preocupaciones, apaguemos la ansiedad de las redes sociales y disfrutemos frecuentemente de un te caliente, admirando el humo que se deforma al soplar sobre el y el agradable olor de miel con manzanilla talvez, que nos llenara de calma en el momento, mientras abrazamos esa taza con nuestras palmas para absorber su calor y contrarrestar el frio Quiteño que azota continuamente.
Re pensar prioridades. Cuando el auto tuvo que permanecer inmóvil por semanas y comenzamos a disfrutar nuestra estadía en casa, la mente regreso la vista a los seres humanos queridos y a los amigos que extrañamos, creo que el hecho de que el virus haya girado nuestra cabeza, para poner la mirada sobre las personas y no sobre lo material es super valioso, y merece que no desviemos el enfoque de ese lugar, por que allí con otros seres vivos, es que las memorias que vamos creando son mas intensas, por que disfrutar la experiencia de un bello paisaje acompañado, también se esta convirtiendo en ese mismo instante en un vinculo de una relación y en un recuerdo agradable que fortalece una amistad o un amor.
Empatía y una conciencia mas elevada es la gran enseñanza de estos meses, por que debemos fomentar esto con la visión de que somos parte de algo mas grande que solo nosotros mismos, somos parte de una familia, de un barrio y mas allá de una ciudad, un país y del mundo entero, de la humanidad. Los actos que realizamos deben estar encaminados a beneficiar pero con una visión mas holística.
Si nos confinamos, no solo es para cuidarnos y a nuestra familia sino es que las restricciones y distanciamientos son el arma de la humanidad entera ante el COVID, es la estrategia militar que usamos en la batalla contra este enemigo común, no solo hablo de Quito, ni del Ecuador sino del mundo. El empatizar con los bienestares de la humanidad entera nos brindara la capacidad de actuar por el correcto actuar y no por los intereses personales que deberían estar en un nivel mas bajo que los intereses comunales, la especie sobre el individuo.
En algunos casos como en el mio, la pandemia me ofreció la oportunidad de hacer cosas que disfruto y que no realizaba con la excusa continua de que no tenia tiempo para ellas, pero ahora se que siempre debo hacer tiempo para aquellas cosas que disfruto.
Un grupo de científicos a través de estudios estadísticos definió que el ser humano ocupa su tiempo activo en un 80% en lo que TIENE que hacer, entendiendo esto en lo que nos sentimos obligados a hacer por la sociedad, el trabajo, actividades para cumplir normas sociales e imposiciones del mundo y solo un 20% del tiempo es invertido en lo que AMA hacer como nuestras pasiones y proyectos personales.
Solo preguntémonos que beneficios nos esta dejando cada una de esas dos formas de utilizar el tiempo? Uno de esos lados esta llenando mi cuenta bancaria pero me esta dejando vació en mi interior? Un rebrote de la pandemia podría dejarme sin empleo o negocio? Pues si, Pero nada podrá quitarnos nuestro crecimiento intelectual, emocional y espiritual, No es coherente con eso, fomentar espacios para alimentar esos aspectos de nosotros mismos?
Esta existencia es una dicha. Como enunciaba alzando la voz un gran amigo el día de hoy en la grabación de un podcast, "Hay miles de personas que mueren con COVID!! Ese si es un verdadero problema!!". Te pone a pensar de verdad que es una ventura el estar vivo nada mas, fue una casualidad tan improbable el que exisieramos en el universo, que desde ahí ya esto significa haberse sacado la lotería, aun mas estar fuera de las estadísticas que anuncian los fallecimientos. Por lo tanto la gracia infinita que le debemos a la naturaleza y al estar leyendo esta publicación es merecedora de dar gracias cada día por las bendiciones que tenemos.
Momentos para mirar al interior. El confinamiento unido a la rantelización, crearon espacios en nuestros días para dedicarnos a nosotros mismos y dar varias ojeadas hacia nuestro interior,. De manera violenta nuestros días se vieron envueltos en cambios radicales que nos llevaban a cuestionarnos a nosotros mismos y a las situaciones que experimentábamos, esto empuja a la introspección y la reflexión; y muchas veces hasta a darles respuestas a las inquietudes y que mejor si estas son contestadas desde nuestro interior.
Pienso que la coyuntura organizo el escenario perfecto para que esto se vaya dando y me encantaría mas adelante darme cuenta que esta lectura de nuestro interior tiene consecuencias positivas en la sociedad, soy muy optimista en que así sera.
La naturaleza nos necesita y es innegable que este ha sido un grito vociferante y desesperado de la Pacha Mama ante la imparable estupidez humana que llevamos dentro en lo que concierne a el uso inadecuado de recursos, el precario cuidado del medio ambiente y el abuso de este mundo viviente que habitamos. Debemos alterar varios hábitos que tenemos que estan haciendonos daño, por que todos somos parte de este gran ser viviente tal y como lo proponía esa genial película Avatar.
Carl Sagan, en su inolvidable reflexión llamada "Un Punto Azul Palido" y a la cual le daremos un espacio propio de publicación algún momento por acá, finaliza la misma con esta reflexión:
Tal vez no hay mejor demostración de la locura de los conceptos humanos que esta distante imagen de nuestro minúsculo mundo. Para mí, subraya nuestra responsabilidad de tratarnos mejor los unos a los otros, y de preservar y querer ese punto azul pálido, el único hogar que siempre hemos conocido - CARL SAGAN - Un pálido punto azul
Es necesario un nuevo modelo económico coherente con el bienestar de los seres vivos y no con el capital y el mercado y mirando mas lejos como vaticina Yuval Noha Harari debemos caminar hacia un gobierno mas global, mundial y convertir esas lineas divisorias en remiendos de fortalecimiento entre naciones, unirnos en objetivos mas nobles y congruentes con los beneficios de una humanidad y no con las conveniencias de naciones o de individuos.
Para concluir quiero referenciar al gran Filosofo del Absurdo como es denominado, Albert Camus que alrededor del 1940 escribe una obra que le lleva a ganar el premio nobel y que se llama "La Peste.". En esta narra las incidencias de una ciudad en su natal Argelia que vive un contagio masivo de un virus contagiado al hombre por un animal también, la rata, y que sume a esta comunidad en situaciones similares a las que vivimos actualmente como el confinamiento, copiosas muertes por la a manos de la enfermedad, desvaríos psicológicos que dejan al desnudo la miseria humana y de la misma forma la empatía y solidaridad, siendo esta ultima la que el autor subraya es la predominante en el ser humano y que surge aun mas en estos tristes momentos en donde la impotencia hace que aflore.
La peste de Albert Camus termina por dejarnos el mensaje que estimo mas importante en el hecho de que no solo debemos ocuparnos de la peste del virus sino la peste que vive en nuestro interior, esa que nos mantiene en el ciclo continuo de destrucción de nuestra propia especie y el universo en el que habitamos.
Vamos a seguir elevando conciencias por un futuro menos pestífero!!!
Recursos:
Un palido Punto Azul - Carl Sagan
Me encanta leerte amigo. Gracias 🙌